Crazy Over His Fingers: Just the Two of Us in a Salon After Closing
Fumi Hoshiya trabaja como asistenta en un salón popular en la ciudad y tiene como objetivo convertirse en peluquera. Ella recibe una guía estricta de Sousuke, el carismático peluquero y gerente del salón. Cada vez que toca a Fumi, ella se agita. Un día después del cierre del salón, Fumi se presenta como la compañera de práctica de Sousuke en la estación de champú. Cuando él la toca y la rocía con agua, ¡ella se enoja de nuevo! O al menos el pensamiento ... ¿podría ella realmente sentirse atraída por él? Sousuke muestra una sonrisa malvada cuando siente el corazón de Fumi, y las yemas de sus dedos comienzan a acariciar cada rincón de su cuerpo ... Fumi ya no puede rechazar sus dedos.
Fumi Hoshiya trabaja como asistenta en un salón popular en la ciudad y tiene como objetivo convertirse en peluquera. Ella recibe una guía estricta de Sousuke, el carismático peluquero y gerente del salón. Cada vez que toca a Fumi, ella se agita. Un día después del cierre del salón, Fumi se presenta como la compañera de práctica de Sousuke en la estación de champú. Cuando él la toca y la rocía con agua, ¡ella se enoja de nuevo! O al menos el pensamiento ... ¿podría ella realmente sentirse atraída por él? Sousuke muestra una sonrisa malvada cuando siente el corazón de Fumi, y las yemas de sus dedos comienzan a acariciar cada rincón de su cuerpo ... Fumi ya no puede rechazar sus dedos.
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Fumi trabaja como asistente en un salón popular de la ciudad y aspira a convertirse en peluquera. Recibe orientación estricta de Sousuke, el carismático peluquero y gerente del salón. Cada vez que toca a Fumi, ella se agita. Un día después del cierre del salón, Fumi actúa como compañera de práctica de Sousuke en la estación de champú. Cuando él la toca y la rocía con agua, ¡ella se enoja nuevamente! O eso era lo que pensaba... ¿podría ella realmente sentirse atraída por él? Sousuke muestra una sonrisa malvada cuando siente el corazón de Fumi, y sus dedos comienzan a acariciar cada rincón de su cuerpo... Fumi ya no puede rechazar sus dedos.